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¡Quiero ser sostenible!

in sostenibilidad junio 14, 2018

Me gustaría introducir el blog contando parte de la historia detrás de este proyecto. Soy una urbanita en busca de la sostenibilidad, además de una persona muy sensible a los temas sociales y ambientales (de las que lloran viendo Bambi o el Rey león). Poco a poco me fui introduciendo en temas de reciclaje, economía circular, reuso, biodegradabilidad, etc., pero el panorama no era muy alentador y muchas dudas empezaron a rondar en mi cabeza:¿son suficientes todos los esfuerzos que se hacen? ¿Qué puedo hacer para ayudar? ¿Es posible llevar una vida más sostenible en medio de todo este caos?

Empecemos por el principio, ¿qué es sostenibilidad?: Según OxfamLa sostenibilidad se refiere, por definición, a la satisfacción de las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas, garantizando el equilibrio entre crecimiento económico, cuidado del medio ambiente y bienestar social”.

Traducido a la vida cotidiana es básicamente un esfuerzo consciente por consumir lo necesario -que no es igual a lo deseable- (pero luego hablaremos sobre este punto) prestando atención a los procesos que hay detrás de su elaboración y considerando el ciclo de vida entero: antes de llegar a nuestras manos, mientras lo usamos y cuando pasa al desuso.

Pongamos esto en situaciones prácticas para entenderlo un poco mejor; vamos de rebajas, compramos una camiseta por apenas 3€, pensamos que da igual la calidad, total sólo servirá por una temporada y luego con suerte terminará en el contenedor de residuos. Pasamos por caja, pagamos nuestra camiseta, nos dan el ticket de papel térmico, si pagamos con tarjeta doble ticket, y finalmente nos dan nuestra camiseta de 3€ en una bolsa de plástico o papel en el caso de los establecimientos más “ecológicos”.  Recorremos apenas unos kilómetros con la camiseta, en la bolsa y el ticket tal vez ya está en una papelera en la calle. (Dato importante el papel térmico no se puede reciclar ni reusar de ninguna manera gracias a los químicos que lo impregnan).  Llegamos a casa, sacamos la camiseta, la bolsa a la basura, etiquetas fuera y ¡¡a estrenar!! Uno o dos meses más tarde la camiseta va quedando en el fondo del cajón y en el próximo cambio de armario ¡a la basura!

Ahora consideremos un par de aspectos en este ciclo:

  1. ¿Cómo puede ser posible que una camiseta cueste 3€? ¿Te has parado a pensar en lo que implica hacerla? Supongamos que se trata de una camiseta de algodón; primero se tuvo que cultivar ese algodón, luego se cosechó y transformó el hilo, el hilo se volvió tela, la tela se cortó, estampó y finalmente fue cosida por alguien. Ninguno de estos procesos se hizo mágicamente; en cada uno de ellos intervino una o más personas. ¿Será posible que por el precio de venta de esta prenda todos recibieran una paga justa? Pues la verdad, no me salen los números por ningún lado.

 

  1. La dichosa bolsa¿realmente necesitamos una bolsa desechable por cada compra? La bolsa hace parte de la compra y dura apenas unos minutos en nuestras manos pero indudablemente luego irá a la basura, y aquí tenemos un problema grave; en la basura no viven duendes mágicos que todo lo desaparecen, estas bolsas desechables irán a parar, en su gran mayoría, a vertederos o al mar causando un daño ambiental a gran escala. ¿Sabías que una bolsa de plástico tarda en biodegradarse unos 400 años? Tal vez cuando se degrade la primera estaremos viviendo en Marte.

 

  1. La camisetabella y rápidamente obsoleta gracias a esta ola de moda y tendencia, ¿te fijaste en la etiqueta? ¿Cuál es la composición de la tela de tu prenda? La tela, como tal, es un desecho y tampoco desaparece cuando sale de nuestro armario. Una gran cantidad de prendas están fabricadas con una mezcla de algodón y poliéster. El poliéster viene del petróleo y es un microplástico, poco degradable y tremendamente contaminante. (Se calcula que para el 2025 se producirán 99 toneladas de tela de poliéster debido a la demanda de industrial textil). El algodón, por el contrario, es biodegradable y sobre todo reciclable, si se separa del resto de residuos.

 

Un panorama un poco abrumador para una prenda tan sencilla… Es aquí donde tal vez muchos nos sentimos ahogados en un mundo al revés y probablemente lleguemos a pensar que todo esto se sale de nuestras manos y poco podemos hacer; la verdad es que no, ¡todos podemos actuar de acuerdo a nuestras posibilidades!

Son muchos los aspectos en los que podemos trabajar para mejorar las cosas: elegir atentamente nuestros productos considerando su ciclo de fabricación, materia prima, etc. Rechazar las bolsas desechables y llevar siempre una bolsa reutilizable, y, finalmente, pero no menos importante, cerrar correctamente el ciclo de vida de nuestros productos: reusando y reciclando todo lo que posible.

Así, en medio de reflexiones y como una alternativa de cambio, nació Bagloop. Un proyecto en el que cuidamos nuestros procesos, fabricamos localmente con salarios justos y talleres solidarios; creamos bolsas ecológicas de algodón 100% reciclado y libre de tóxicos y, lo más importante generamos una alternativa a las bolsas desechables.

Ahora, solo me queda invitarlos a unirse a nuestra comunidad y, sobre todo, a actuar. Somos una familia y vivimos en una misma casa; vamos a cuidar juntos de ella para que nunca tengamos que buscarnos la vida en Marte.

 

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